El riesgo de las mentiras recurrentes y el secuestro de los fondos de pensiones.

  • ¿Cual será el siguiente paso?


Sistemáticamente se han incumplido todas las promesas de campaña y las realizadas en el transcurso del inefable gobierno que hoy nos rige.

Ni se vendió ni se rifó el avión, no bajo el precio de la gasolina (salvo el efecto internacional del petróleo), militariza las calles sin intenciones de combatir la inseguridad, no ayuda a los que dice proteger y ahora se ha endeudado igual o más que cualquier otro régimen de los que él llama neoliberales.  Sin ser el tema de este texto, deberíamos preguntarnos ¿que podríamos esperar de la reelección? 

Para los que no lo han notado, los recursos que ha derrochado para comprar voluntades, más la terca postura de llevar a cabo sus locos e improductivos proyectos, han terminado por vaciar - saquear - las arcas de la nación a niveles en que la satisfacción de las necesidades mínimas serán una labor imposible (véase el sector salud, seguridad o educación).

Para todo esto, ha empleado métodos tan o más corruptos que los de los criticados gobiernos previos.  Nepotismo, opacidad y cinismo son los signos de esta administración.  

¿Cual será el siguiente paso? 

Secuestrar el ya dé por sí comprometido futuro de los trabajadores de México, tomando para sí y para sus adeptos los de por sí insuficientes recursos de las Afores.

Para un público que ignora y que por tanto cree todas sus mentiras, decir que el sistema de pensiones es una creación neoliberal que genera perjuicios a la gente, basta para justificar un cambio de rumbo que implicará que los recursos ahorrados en una vida llena de penurias, sea distribuida en favor de su clientela electoral.  

Para ponerlo en términos simples:  un trabajador y su patrón han ahorrado durante años en cuentas individualizadas para que al final de su vida laboral, el primero goce de una pensión.   

El sistema no garantiza una pensión digna en todos los casos, pero esto se debe a una precaria aportación, que en su caso tiene origen en una falencia que solo se solventaría con una cultura del ahorro o incrementando la aportación del patrón, lo cual implicaría costos adicionales al de por sí oneroso esquema de seguridad social. 

Lo que pretende y propone el Estado morenista, es tomar y administrar las cuentas individuales de los trabajadores - lo cual no cambiaría los importes de aportación ni las pensiones - con la promesa de hacerlos más productivos y dar mejores dividendos al fin de la vida laboral.  

Todos sabemos cuál sería el destino de los recursos si esto se concretará. 

¿Estaría usted dispuesto a repartir el ahorro de toda su vida laboral para otorgar becas /comprar votos? Yo no.

Comparte y levanta la voz.

Dr. Jaime A. Flores Sandoval

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